Al comienzo se comercializaron tres formatos destinados al gran público, además de otros profesionales: el Sistema 2000, el Beta y el VHS.

Fue una lucha que se prolongó varios años y que primero dejó en el camino al Sistema 2000, a pesar de su alta calidad de imagen, y luego al Beta. Hoy en día ya no se fabrican cámaras de estos sistemas, aunque una transformación del Beta tuvo una gran éxito en el campo profesional, donde aún se desarrolla.

VHS es el sistema de vídeo más extendido en los hogares hoy en día. Sus siglas significan en inglés Video Home System, Sistema de Vídeo para el Hogar. Utiliza cintas de 1,2 pulgadas, con una duración de hasta 4 u 8 horas.

Sistemas similares son el VHS-C, o compacto, de casete más pequeña, que se puede reproducir en un magnetoscopio normal mediante una carcasa adaptadora, y el Súper VHS, de mayor calidad de imagen, con resultados casi profesionales. Éste último necesita un magnetoscopio especial para ser reproducido.

Las primeras cámaras de vídeo portátiles las fabricó Sony, en Japón, en 1965, y sólo servían para hacer grabaciones en blanco y negro.

Necesitaban un magnetoscopio independiente, en el que se grababa la imagen. Un cambio importante tuvo lugar cuando éste se incorporó al cuerpo de la cámara y se sustituyeron los tubos de imagen por un chip llamado CCD: Dispositivo de Carga Acoplada, en español.

Existen muchos tamaños de cámaras videográficas: desde las profesionales de tamaño regular, para ser llevadas sobre el hombro o instalarlas en trípodes, hasta las cámaras de aficionado que caben en la palma de una mano.

Además, estas cámaras han asumido muchas funciones que antes pertenecían al campo de los trucos profesionales del cine, como transiciones, fundidos y efectos especiales.

Hoy por hoy, la mayor parte de las cintas de vídeo que hay en el mercado son analógicas. Esto quiere decir que para visualizarlas en un ordenador, o trabajar con ellas mediante herramientas electrónicas, es necesario digitalizarlas.

Debido a la enorme cantidad de información que esto genera, se necesitan tarjetas especiales y ordenadores potentes. Sobre todo cuando hablamos de tamaños de pantalla grandes.

El formato estándar más conocido para denominar a los vídeos digitales es el AVI, que responde a las siglas inglesas Audio Video Interleave.

Las cámaras digitales pueden ser muy pequeñas y ofrecen una calidad de imagen extraordinaria, por lo que nadie duda de que se impondrán en el mercado. Además, asociado al formato DVD, que tiene el mismo soporte del CD Audio y CD Rom, ha ganado cuotas de mercado para la comercialización de películas y todo tipo de programas e información digital.

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