Los restos orgánicos se
convirtieron en petróleo por la acción combinada de enormes
presiones, altas temperaturas y la acción de bacterias, todo
ello en un ambiente de ausencia de aire, o anaeróbico.
Muchas veces se piensa que
el petróleo forma grandes lagos subterráneos. Esto es falso.
El petróleo, un líquido, se encuentra en zonas rocosas que
hacen las veces de esponja, rellenando los poros y huecos de
las piedras.
Por lo general, el petróleo
líquido se encuentra mezclado con gases y con agua. Otro
detalle curioso es que a veces se trata de un líquido tan
volátil, que se vuelve gas al entrar en contacto con el aire.
Otras veces, por el contrario, se descubren petróleos tan
espesos que parecen ceras.
El petróleo suele ser de
color verde, amarillo, marrón o negro. Pero siempre se trata
de un compuesto químico bastante similar: una mezcla de
hidrocarburos (es decir, compuestos de hidrógeno y carbono)
mezclados con azufre, oxígeno, vanadio, nitrógeno y otros
elementos.
En todo el mundo, allí
donde hubo mares en épocas remotas, cabe la posibilidad de
encontrar formaciones rocosas con petróleo.