Denis
Papin, un físico anglo-francés del siglo
XVII, es el precursor de las actuales ollas a
presión.
En 1679 describió
en un artículo un recipiente en el que el agua
herviría a mayor temperatura que la usual, lo cual
permitiría cocer los alimentos en menos tiempo.
En el siglo XIX se
fabricaron numerosas ollas, pero fue sólo a partir de
1948 cuando se fabrican con válvulas de seguridad
patentadas.
Las ollas a presión
tienen dos ventajas principales:
- Ahorran
tiempo
- Conservan
mejor las vitaminas
El ahorro de tiempo
depende de los alimentos pero suele estar en
proporción 20 a 5.
Es decir, lo que en
una olla normal tarda en cocerse 20 minutos, tarda
sólo 5 en una olla a presión.
En cuanto a la
conservación de vitaminas, en las verduras por
ejemplo, las cantidades son también apreciables.
En una olla
tradicional, las verduras pierden alrededor del 65% de
la vitamina C, por ejemplo.
En una olla a
presión, menos del 30%.
|

Un utensilio tan
cotidiano como la fregona es un invento reciente: lo
inventó el español Manuel Jalón y empezó a
producirlo en 1965.

Una olla a presión
antigua, con un aparatoso sistema de seguridad.

Batidoras,
trituradoras, cafeteras, ahorran tiempo y son
eficaces.
|