Un
ejemplo de la primitiva metalurgia pueden ser los candelabros
del Tesoro de Lebrija, Sevilla, a la izquierda,
pertenecientes al entorno tartésico.
Como metales de
notable producción, en España se pueden contar el aluminio,
cobre, plomo, zinc y mercurio.
Por lo que afecta
a su aspecto industrial, más allá de lo estrictamente minero,
es importante la actividad en el aluminio y en los transformados
de cobre.
En 1998 la
producción total española de aluminio
fue de 571 mil toneladas, de las
cuales 360 mil fueron electrolíticas.
También la
electrolisis fue dominante en el zinc,
con 358 mil toneladas así
producidas, más 22 mil de segunda fusión.
El cobre
refinado ascendió a 305 mil toneladas,
siendo el tonelaje de sus semitransformados prácticamente 300
mil toneladas.

La
creación de productos específicos y su uso en la
construcción ha dado un nuevo empuje a la metalurgia no
férrica
Su uso como
conductores, como agentes de soldadura y, cada vez más en
elementos de construcción (ventanas, tuberías...) hacen de
estos metales unos agentes industrialmente muy interesantes,
aunque los mercados internacionales sean muy competitivos.