En un invernadero, la luz
atraviesa los cristales y es absorbida en el interior. Sin
embargo, la longitud de onda de la radiación térmica emitida
por las plantas es más larga, y una fracción de ella no puede
atravesar el vidrio, por lo que queda confinada en el
invernadero, que se calienta.
El oxígeno y el nitrógeno de
la atmósfera son moléculas biatómicas transparentes tanto a
la luz solar como a la radiación térmica emitida por la tierra
hacia el cosmos. Gracias a esto nuestra temperatura media
permanece apreciablemente constante. Sin embargo, las moléculas
triatómicas, y en particular el CO2,
tienen un comportamiento parecido al del vidrio. Dejan pasar la
luz solar, pero confinan la radiación emitida por la tierra. Y
ésta se calienta como un invernadero.
La preocupación internacional
ha movido a los países a abordar el tema, lo que condujo a la Convención
de Río de Janeiro, 1992, y al Protocolo
de Kyoto, 1997, aún no del todo vinculante, pero que es
un primer paso para la reducción de emisiones de CO2.
Emisiones
de CO2
Alemania
España
Estados Unidos
Francia
Holanda
Italia
Japón
México |
0.908.992
0.271.102
5.535.648
0.380.441
0.198.974
0.447.316
1.232.141
0.357.853
En
miles de Toneladas.
OCDE |
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