El primer puente colgante
español fue el de Burceña, en Baracaldo, Vizcaya, de 1822.
Otra obra insigne fue la de Lucio
del Valle, con el puente sobre el río Cabriel, entre las
provincias de Cuenca y Valencia, y el original faro de Buda, en
el delta del Ebro, que se mantuvo desde 1864 hasta 1961.

El
faro de la isla de Buda, en el delta del Ebro,
construido por Lucio del Valle
|
Alberto
de Palacio construyó el trasbordador sobre el Nervión y
el Palacio de Cristal de Madrid, siyuado en el Parque del
Retiro.

Puente
trasbordador Vizcaya, de Alberto de Palacio, 1891.
Otra figura destacable que
surge a finales del XIX fue la de José
Eugenio Ribera, que diseñó puentes metálicos en
Ribadesella, Asturias, y el viaducto sobre el Duero: una estructura
en arco de 120 metros de ñargo y 90 de altura. También
construyó el puente colgado de Amposta, Tarragona, con 135
metros de luz.
Por último, hay que destacar
el trasbordador de Leonardo Torres Quevedo
(1852-1936) sobre las cataratas del Niágara.